Cesión de empresas
Exactamente, las empresas cedente y cesionario tienen la obligación de informar a los representantes legales de los trabajadores de determinados aspectos de la transmisión, como son: la fecha prevista para la misma, los motivos que ha llevado a producirse, las consecuencias jurídicas, económicas y sociales para los trabajadores y las medidas previstas.
En el supuesto de no haber representación, el cedente y el cesionario deben facilitar esta información a los trabajadores que pudieren resultar afectados por la transmisión.
En cuanto al momento que se debe facilitar se establece que:
- el cedente está obligado a proporcionarla con la suficiente antelación y siempre antes de realizar la transmisión;
- el cesionario está obligado a comunicar esas informaciones con la suficiente antelación y, desde luego, antes de que los trabajadores se vean afectados en sus condiciones de empleo y de trabajo.
Si que es importante destacar que el cedente o el cesionario que prevean adoptar, con motivo de la transmisión, determinadas medidas laborales en relación con sus trabajadores, deben iniciar un período de consultas con los representantes legales sobre dichas medidas previstas y sus consecuencias. Durante el mismo, las partes deben negociar de buena fe, con vistas a la consecución de un acuerdo. Ni que decir tiene, estas consultas se celebraran con una antelación suficiente y antes de que las medidas se lleven a efecto.
Por otra parte debe tenerse en cuenta la posibilidad de que se emita informe por el comité de empresa sobre la cesión.
Las obligaciones de información y consulta se aplican con independencia de que la decisión relativa a la transmisión haya sido adoptada por los empresarios cedente y cesionario, o por las empresas que ejerzan el control sobre ellos. En consecuencia, no puede tomarse en cuenta el hecho de que la empresa que toma la decisión, no les ha facilitado la información necesaria.
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Ángel Ureña Martín 
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